Cuando hablamos de coches eléctricos, solemos centrarnos en la batería, la autonomía o los puntos de recarga. Pero hay un elemento igual de importante que a veces pasa desapercibido: los cables y conectores. Saber elegir el adecuado puede marcar la diferencia entre una recarga cómoda y segura o una experiencia frustrante. En esta guía rápida te contamos todo lo que necesitas saber.
¿Por qué es importante el cable de recarga?
Aunque muchos puntos de recarga públicos disponen de un cable integrado, no siempre es así. En muchas ocasiones necesitarás tu propio cable para conectar el coche al punto de carga, especialmente en cargadores públicos tipo wallbox o cuando te desplazas y necesitas improvisar una recarga.
Tener un buen cable de recarga en el maletero te da libertad, seguridad y versatilidad.
¿Qué tipo de conector necesito?
Actualmente, el conector Tipo 2 (Mennekes) es el estándar en Europa. Es el más utilizado tanto para cargas en casa como en espacios públicos y es compatible con la mayoría de los vehículos eléctricos del mercado.
Otros tipos de conectores que puedes encontrar:
- Tipo 1 (SAE J1772): más común en vehículos antiguos de origen asiático. Está en desuso.
- CCS2 (Combined Charging System): utilizado para carga rápida en corriente continua. Es una combinación del conector tipo 2 con dos pines adicionales.
- CHAdeMO: habitual en vehículos japoneses para carga rápida. Está siendo progresivamente reemplazado por CCS2.
- NACS (Tesla): conector exclusivo de Tesla fuera de Europa. En Europa, los Tesla utilizan Tipo 2 o CCS2.
Claves para elegir tu cable de recarga
A la hora de comprar un cable, debes fijarte en varios aspectos técnicos para asegurarte de que se adapta a tus necesidades:
- Amperaje: Cuanto más alto, más potencia podrás transmitir. Lo recomendable es optar por un cable de 32A, que permite cargas más rápidas y se adapta a diferentes instalaciones.
- Monofásico o trifásico: Si quieres cargar hasta 22 kW, necesitarás un cable trifásico. Si solo cargas en casa, con un cable monofásico podría ser suficiente, pero el trifásico siempre es más versátil.
- Longitud: Un cable de 5 metros suele ser suficiente, aunque si no tienes el punto de carga muy cerca, podrías necesitar más longitud.
- Sección del cable: A mayor sección, mayor capacidad de carga. Los más comunes son de 4 mm² o 6 mm².
- Material y calidad: Asegúrate de que el cable sea flexible, resistente y de cobre puro, con certificación CE. Mejor si viene de una marca reconocida.
¿Y los adaptadores?
Un adaptador de enchufe puede ser muy útil si viajas o si no sabes con qué tipo de conector te vas a encontrar. Existen adaptadores para pasar de un conector Tipo 1 a Tipo 2 o viceversa, aunque lo ideal es contar con un cable que sea directamente compatible con tu coche.
También hay adaptadores para conectar el cargador portátil a diferentes tipos de enchufes (Schuko, Cetac, industrial…).
Consejo: Asegúrate siempre de que el cable esté homologado y evita comprar versiones genéricas sin garantía. Un cable de calidad es una inversión en seguridad, tanto para ti como para tu vehículo.




