
Descubrimos el nuevo enfoque de la seguridad y salud laboral, VISION ZERO. Una estrategia diferente que no tiene como objetivo accidentes cero. Vision Zero se centra en que las organizaciones tengan un desempeño, esfuerzo y compromiso sostenido en la prevención y salud de los trabajadores. Veremos las dimensiones que abarca y sus siete reglas de oro
Nos encontramos a escasos días de la celebración del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, el 28 de abril. El objetivo que persigue la Organización Internacional del Trabajo con la conmemoración de este día es la promoción de la prevención de los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales en todo el mundo. Se trata de una acción global de sensibilización destinada a centrar la atención sobre la magnitud del problema (2,78 millones de personas mueren al año a causa de accidentes laborales o enfermedades relacionadas con el trabajo) y sobre cómo la creación y la promoción de una cultura de la seguridad y la salud ayuda a reducir el número de muertes y lesiones relacionadas con el trabajo.
El término de “Cultura Preventiva” no es un término nuevo, pero es ahora cuando está cobrando especial interés y relevancia. No es casual, obedece a múltiples y diversos factores como la mayor conciencia social, necesidad de superar la fase más técnica y legalista de la prevención, una creciente preocupación por la salud integral de las personas… así como una situación de pandemia mundial que ha venido a poner el foco en el valor de la seguridad y salud.
Existe diversa bibliografía sobre Cultura Preventiva y no es objetivo de este articulo ahondar en ella. Cuando en PRL hablamos de cultura preventiva hablamos del conjunto de costumbres, valores, modo de hacer (y de ser) así como los conocimientos en materia preventiva de una determinada organización.
Hoy dedicamos este artículo a conocer Vision Zero, un enfoque transformador de la seguridad y salud laboral promovido por ISSA (Asociación Internacional de la Seguridad Social) y que presentó en 2017 en el Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo en Singapur.
Un enfoque transformador en cuanto a que se trata más de una estrategia, una filosofía, que no persigue o tiene como objetivo accidentes cero, sino más bien que las organizaciones tengan un desempeño, un esfuerzo y un compromiso sostenido en la prevención de daños a la salud de las personas trabajadoras.
El enfoque Vision Zero abarca tres dimensiones; la seguridad, la salud y el bienestar en todos los niveles de la organización y se basa fundamentalmente en:
- Los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales son prevenibles porque son causales. Tienen unas causas que podemos prevenir.
- En la construcción de una sólida cultura preventiva.
- Compartir las mejores prácticas preventivas para mejorar el aprendizaje de la organización y las personas que la integran.

Vision Zero nos ofrece unas directrices, unas orientaciones que permiten a las organizaciones poner el foco en aquel o aquellos aspectos que debe trabajar o reforzar; la seguridad, la salud o el bienestar, ofreciendo una gran flexibilidad y adaptación de este enfoque y haciendo que sea especialmente inclusivo (cualquier organización de cualquier tipología).
Para iniciar la estrategia Vision Zero, ISSA ha establecido las denominadas siete reglas de oro basadas en conceptos de gestión eficaces y prácticos (lo que difiere del modo de gestión tradicional y reactivo que hasta ahora hemos tenido en PRL). Las Seven Golden Rules ponen en marcha este enfoque que favorece esa cultura preventiva a la que me refería al inicio del artículo.

Se trata de una visión diferente, alejada del enfoque tradicional de la prevención (reactiva, basada en técnicas tradicionales, cuya motivación es el cumplimiento de una obligación legal con foco en resultados y en los comportamientos individuales) pensada no sólo para prevenir sino para crear y creer en la prevención, cuyo motor es la prevención por convicción, considerando la prevención con objetivo y valor estratégico, una prevención generativa, basada en el liderazgo, compromiso y participación y con foco en las personas, en sus motivaciones y en sus competencias.
Y ahora las preguntas para reflexionar a puertas del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo: ¿Dónde estamos cuando hablamos de cultura preventiva en las organizaciones?
Progresamos, avanzamos, pero aún estamos lejos de lo que sería deseable. Han de cambiar nuestras motivaciones; PRL por convicción, ética, responsabilidad, etc.
En seguridad y salud laboral ¿Estamos implicados, o realmente comprometidos? ¿Hacemos todo lo posible por prevenir los daños a la salud de las personas trabajadoras?
Tras un año de pandemia, ¿se ha puesto en valor la seguridad y salud de las personas?
Debemos seguir trabajando en la generación y consolidación de la Cultura Preventiva con un enfoque más práctico y ágil, donde juegan un papel fundamental el liderazgo, el compromiso, la participación y la comunicación en prevención.
Sí, celebremos el 28 de abril, día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Comuniquemos nuestros esfuerzos en prevención, lo que estamos haciendo en nuestra organización… ¡¡pero que este día nos invite también a la reflexión y a la ACCIÓN!!
Dir. PRL Zona Norte SGS