Todo lo que Necesitas Saber Sobre la Norma IFS HPC: Seguridad y Confianza Para tus Productos

En un mundo donde la seguridad y la calidad son fundamentales, la norma IFS HPC se erige como un estándar internacional vital para garantizar estos aspectos en la fabricación de productos de cosmética, productos químicos y de uso diario en el hogar y productos de cuidado personal. En este artículo, exploraremos en detalle qué es la norma, quiénes se benefician de ella y cómo SGS puede ser tu aliado en este proceso. 

La norma IFS HPC se aplica a empresas dedicadas a la fabricación o envasado de productos de consumo y abarca cuatro grupos principales de productos:

• Cosméticos: maquillajes, cremas, champú, geles, etc. 
• Productos químicos de uso doméstico: detergentes, productos de limpieza, velas, ambientadores, etc. 
• Productos domésticos de uso diario: guantes, bolsas de basura, papel de aluminio, etc.  
• Productos de higiene personal: tampones, cepillos de dientes, pañales, toallitas, etc. 

Es especialmente valorada por grandes cadenas de distribución nacionales e internacionales, quienes comienzan a exigir esta certificación a sus proveedores de marca blanca como requisito para poder colaborar con ellos. Todo esto se suma a la cada vez más creciente demanda por parte de los consumidores de productos seguros y de mayor calidad. 

Obtener la certificación IFS HPC no es solo un simple trámite administrativo; es como abrir una puerta hacia un mundo lleno de oportunidades y beneficios para tu empresa. En este escenario, la certificación IFS HPC se convierte en tu mejor aliada, garantizando que tus productos cumplen con los más altos estándares de calidad y seguridad. Te ayudará a impulsar cambios internos profundos en tu empresa. Al implementar los protocolos y estándares requeridos, no solo identificas áreas de mejora, sino que también aumentas la productividad y eficiencia de tus procesos. ¿El resultado? Una empresa más ágil, competitiva y rentable.

La certificación IFS HPC puede elevar tu reputación a otro nivel. Al ser reconocida por distribuidores y fabricantes de todo el mundo, tu empresa adquiere mayor prestigio y confianza en el mercado. Esto se traduce en mayores oportunidades de negocio y una posición más sólida frente a la competencia. 

Además, al demostrar que cumples con este estándar, reduces la necesidad de auditorías externas de tus clientes. Además, la certificación IFS HPC te abre las puertas a nuevos mercados ya que, al cumplir con los requisitos establecidos en la norma en temas de calidad, legalidad y seguridad de producto, tu empresa se posiciona como un jugador serio y confiable en el escenario del sector. 

¿Cómo te podemos ayudar?

Desde SGS, líder mundial en certificación IFS, te acompañaremos durante todo el proceso de certificación.