Fondos Next Generation UE: Cómo Asegurar Validación Ambiental con SGS

Las empresas que dispongan de un proyecto e inversión compatible con los fondos Next Generation UE están obligados a cumplir un requisito que evalúe el impacto ambiental del proyecto e inversión, mediante la realización de una autoevaluación que cumpla con los principios del DNSH (Do Not Significative Harm, no causar un perjuicio significativo al medioambiente), como vía para fomentar un desarrollo sostenible a partir de los recursos económicos con los que la Unión Europea quiere impulsar la nueva economía postpandemia.

Por ello, los fondos Next Generation UE se otorgan a proyectos e inversiones que contribuyan a alcanzar los 6 objetivos del DNSH:

• Mitigación del cambio climático.
• Adaptación al cambio climático.
• Uso sostenible y protección de los recursos hídricos y marinos.
• Economía circular, incluyendo prevención y reciclaje de residuos.
• Prevención y control de la contaminación.
• Protección y recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas.

Para que una empresa sea elegible a recibir los fondos Next Generation UE publicados por las diversas administraciones a través de convocatorias públicas, debe demostrar su compromiso con la sostenibilidad y presentar una autoevaluación o memoria DSNH que demuestre cómo su proyecto cumple con el principio DNSH, considerando el ciclo de vida del mismo.

Y gran parte de las convocatorias requieren que la autoevaluación presentada por la empresa solicitante sea validada por un Organismo de Validación Acreditado, como SGS.

Esta validación del principio DNSH es un proceso fundamental para garantizar que los proyectos que accedan a los fondos Next Generation UE no generen un impacto significativo y perjudicial en el medio ambiente. 

Durante el proceso de validación, el Organismo de Validación SGS estudiará detalladamente la memoria/autoevaluación, las afirmaciones y las conclusiones presentadas, además se examinarán las evidencias proporcionadas por la empresa para comprobar la veracidad y razonabilidad de las conclusiones alcanzadas.

En base a la experiencia, reconocimiento internacional, y solvencia profesional, y en el marco de la acreditación como validadores y verificadores de ENAC, nuestro equipo de expertos examinará minuciosamente la documentación del proyecto, su autoevaluación y las evidencias presentadas, con objeto de emitir un Dictamen que refleje si las conclusiones alcanzadas en la autoevaluación son verosímiles y si están respaldadas por una base técnica sólida para cada uno de los objetivos ambientales establecidos por la Unión Europea.

De este modo, la validación del principio DNSH se ha convertido en un paso esencial para acceder a los fondos Next Generation UE y garantizar que los proyectos cumplan con los objetivos ambientales de la Unión Europea. La autoevaluación rigurosa y su validación acreditada por organismos como SGS aseguran la sostenibilidad y el impacto positivo en el medio ambiente, promoviendo un futuro más verde y sostenible para todos.

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