
El mantenimiento siempre ha tenido un rol importante en las actividades industriales y está en constante desarrollo, más aún con la llegada de nuevas tecnologías. No obstante, si bien consideramos que hay que aprovechar las nuevas herramientas, para una adecuada gestión es fundamental no dejar de tomar en cuenta aspectos que han hecho que esta materia sea relevante.
En nuestra experiencia, realizando servicios de mantenimiento, desarrollando inspecciones predictivas, análisis de lubricantes y auditorías para la obtención de diversas certificaciones, hemos observado que algunos de estos aspectos no están siendo atendidos con el rigor que ameritan, trayendo consigo no sólo problemas en los equipos sino también una especie de efecto dominó que involucra la gestión de recursos humanos, los procesos operativos y en última instancia las finanzas de las empresas.

En el presente artículo compartiremos cinco aspectos que consideramos que se deben tener en cuenta para una adecuada gestión del mantenimiento.
1. Línea de base. Es recomendable comenzar con una auditoría, idealmente realizada por un tercero, en la que se evalúe la gestión de recursos humanos, la gestión del inventario, la generación de la información, el software, entre otros. Este entregable debe identificar el estado de la gestión de mantenimiento y los puntos que debemos mantener, eliminar o mejorar teniendo como referencia una gestión de mantenimiento modelo o estándares internacionales de acuerdo al tipo de industria o negocio que se está evaluando.
2. Gestión de mantenimiento y confiabilidad. La confiabilidad es una metodología de trabajo que define políticas para la correcta gestión de fallas. Debe aplicarse para que un componente, equipo o sistema realice su función dentro de un proyecto de acuerdo con las condiciones operativas en un determinado periodo de tiempo.
3. Inspecciones de monitoreo de condición. Consiste en evaluar si un equipo puede o no operar de forma adecuada y segura. Para cada equipo, se determina un programa de monitoreo y método de inspección en función de los modos de falla (fluido, material, ambiente, variables operativas, etc.). A partir de allí, se definen factores importantes en la ejecución del mantenimiento preventivo, tales como optimizaciones en tiempos de atención, ajustes en los periodos de cambio de componentes, repuestos o consumibles del equipo. Adicionalmente, con el resultado de la inspección se evidencian necesidades para el remplazo de componentes.
4. Lubricación y Análisis. Los lubricantes son fundamentales en el mantenimiento de los activos, ya que, entre otras funciones, cumplen con reducir el rozamiento entre las piezas, evitando en la medida de lo posible el deterioro prematuro de los componentes. El análisis del lubricante es una herramienta indispensable en el plan de mantenimiento de un activo, ya que brinda información relevante para la toma de decisiones relacionadas con las operaciones preventivas recomendadas para alargar la vida de un equipo.
5. Innovación y tecnología. El monitoreo de variables operativas a través del seguimiento remoto con tecnología IoT o cableado ha desarrollado el uso de algoritmos de inteligencia artificial (machine learning, deep learning, entre otras) que han dado un impulso innovador a la industria del mantenimiento. Estos nuevos desarrollos aportan predictibilidad, monitoreo en tiempo real, seguridad y autonomía para una toma decisiones más informada y a mediano plazo ahorros (debido a un mejor proceso productivo, procesos más eficientes, optimización de mano de obra y recursos).
Para finalizar, recalcamos que la gestión del mantenimiento es, en esencia, una gestión de activos. Si esta se realiza correctamente, una empresa amplía el tiempo de vida de su inversión y se acerca al logro de sus objetivos de producción.
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