Cuando piensas en contaminación muchas veces lo asocias a grandes cantidades de desechos y nubes oscuras, y si bien esta idea es correcta, no toda la polución se ve de esta forma y un claro ejemplo de esto es el ruido.
Pocas veces se asocian estas altas ondas sonoras a la contaminación, pero para eso se conmemora el 26 de abril el Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido, para informar de los riesgos que trae la contaminación acústica.
En Chile, esta efeméride se celebra desde el 2006 y busca concientizar sobre el impacto que tiene este elemento en la salud y la calidad de vida de las personas, por lo que con los años se ha ido fiscalizando, estudiando y enseñando.
En SGS en Chile el ruido también es un motivo de preocupación y desafío, debido a que no sólo es reducir la contaminación de un sector, sino que también poder mejorar el día a día de las personas que están permanentemente expuestas.
Alexis Contreras, Jefe de Higiene y Ruido en SGS, nos señala que “el ruido es un contaminante peligroso que se asocia a efectos adversos a la salud de los trabajadores y comunidad, efectos que ocurren desde la antigüedad y declarado como problema de salud pública a inicios de la era industrial”.
“En la actualidad, el riesgo a daño auditivo continúa siendo un problema importante en el mundo, debido al avance de la industrialización en los entornos laborales y a la construcción de centros urbanos masivos que producen una baja calidad de vida para la población”, agregó.
Diversos medios han señalado los efectos adversos que puede producir la contaminación acústica en las personas, donde puede afectar situaciones cotidianas como la concentración durante el trabajo o el descanso. No obstante, puede tener repercusiones de salud a mediano plazo al producir insomnio, estrés y daño auditivo permanente.
Alexis nos explica que “para el mundo empresarial, es sumamente relevante cumplir con sus responsabilidades que forman parte de los nuevos desafíos en materia de seguridad y salud ocupacional y en el apoyo al seguro social vigente de los trabajadores. Hoy con la nueva política nacional de seguridad y salud en el trabajo -tanto en sus principios, ejes centrales y objetivos- se busca un diálogo participativo y tripartito en donde el empleador es parte de los actores involucrados”.
Por lo tanto, velar por la reducción de la contaminación acústica en las empresas es una forma no sólo de cuidar a los trabajadores, sino de darles un lugar óptimo para sus labores. “Mantener el desarrollo del trabajo en un ambiente saludable es un tema relevante, no debemos olvidar que el trabajo es un valor central tanto para la economía como para la sociedad y tiene directa relación con la salud, la calidad de vida y el bienestar de las personas y la sociedad”, afirmó.
Hoy en día, SGS permite a las instituciones poder certificarse en control de ruidos, lo que no sólo es un beneficio para la empresa, sino que también para los trabajadores que muchas veces se ven expuestos en mayor o menor medida a la contaminación sonora dependiendo de su nivel socioeconómico. “Una evaluación al ambiente laboral y hacer gestión con esta información significa un grado de seguridad para la empresa en diferentes materias; es de suma importancia cumplir con la legislación vigente por obvias razones, pero además mantener un ambiente laboral controlado asegura un desarrollo normal en las actividades de los trabajadores. No debemos olvidar que las empresas siempre presentan un riesgo económico debido los ambientes laborales en los cuales se encuentran sus trabajadores y comunidad cercana”, añadió Contreras.
El combatir la contaminación es un desafío tanto a nivel personal como empresarial y para lo que se necesitan medidas hoy mismo, pero también un plan de acción para el futuro. Alexis concluye que “desarrollar una cultura preventiva en toda la sociedad, perfeccionar el marco normativo, disminuir las enfermedades profesionales y no profesionales y fortalecer la institucionalidad fiscalizadora con el objetivo de garantizar el cumplimiento oportuno del marco normativo”.
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