¿Por qué es necesario capacitarse en buenas prácticas en laboratorios de análisis alimentarios?

Los laboratorios que se dedican a realizar análisis alimentarios deben cumplir con reglamentos y normas sanitarias para lograr garantizar la seguridad alimentaria, basados en la norma NCh-ISO/IEC 17025, y las buenas prácticas de laboratorio BPL recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto obliga a las organizaciones privadas y públicas a tener en sus equipos de trabajo profesionales capacitados y competentes, que ayuden a demostrar la fiabilidad de sus resultados analíticos. 

En SGS Academy sabemos lo importante que es para los profesionales actualizar sus conocimientos bajo estándares internacionales, para lograr desenvolverse en los laboratorios y optar a nuevos alcances con sus respectivas acreditaciones y certificaciones de calidad. Junto a la Universidad Católica de Temuco hemos desarrollado el Diplomado en Gestión de Calidad y Buenas Prácticas en Laboratorios de Análisis Alimentario bajo NCh-ISO/IEC 17025:2017, para atender a esta creciente demanda y aportar con el conocimiento técnico con sello 100% SGS.

Al trabajar con todo tipo de alimentos, debemos desarrollar un sistema de buenas prácticas de laboratorio, también conocido como BPL, basado en la inocuidad alimentaria que cumpla con los estándares y regulaciones. Oscar Garrido, Coordinador Técnico y Docente del programa, destaca que “lo principal es poder implementar o trabajar bajo un sistema de gestión basados en los principios de las buenas prácticas, con la finalidad de tener herramientas para planificar, ejecutar, supervisar, controlar, registrar e informar las actividades operativas en todo el proceso. Uno de los temas primordiales que se deben abordar en el laboratorio corresponden a la seguridad y contaminación e inocuidad en los alimentos, requiriendo de personal autorizado y competente que pueda supervisar estos equipos de trabajo y ser líder en cada uno de sus roles”.

Implementar un sistema de gestión de calidad ayuda a controlar y minimizar los riesgos alimentarios que se pueden presentar, previniendo una posible contaminación que pueda generar el desarrollo de enfermedades, siendo vital garantizar la seguridad y salud de los consumidores. “Lo que a su vez permite sistematizar actividades que se realizan de forma permanente, mirarlas desde un punto de vista de proceso y organizativa, ya que involucra temas administrativos, gestión, técnicos, medio ambiente, riesgos y seguridad, en la búsqueda de una mejora continua de los resultados obtenidos por el laboratorio”, agrega Garrido. 

Frente a esto, el diplomado les permitirá a los alumnos actualizar su conocimiento y validar sus competencias técnicas en el laboratorio para detectar y establecer puntos críticos de control y mejorar así su sistema de gestión diariamente. Además, “obtendrán conocimientos y experiencias de profesionales con una larga trayectoria en temas de laboratorio, metrología, gestión y auditorías según estándares internacionales, como por ejemplo la Norma NCh-ISO/IEC 17025 e ISO 19011:2018. Asimismo, obtendrán las herramientas para implementar y validar un método analítico en su laboratorio que incorpore todos los pasos a seguir desde la perspectiva de un proceso, permitiendo observar, analizar y tomar decisiones en base a los resultados obtenidos con el fin de controlar la calidad de las mediciones y de minimizar las desviaciones de estos.  En definitiva, tendrán una visión mucho más global de las actividades de su laboratorio y organización a la cual pertenecen, trabajando en base a los principios de integridad, compromiso, responsabilidad y ética” comentó Garrido.

“Otro gran beneficio del programa es que los alumnos podrán obtener conocimientos de la norma NCh-ISO/IEC 17025, ayudándolos a interpretar los requisitos y llevarlos a la práctica en actividades de auditoría, lo que permite evidenciar cumplimientos y no cumplimientos de forma más efectiva en el laboratorio en procesos operativos, de riesgos, de seguridad, administrativos y de gestión” concluyó Garrido.
Es así como un sistema de gestión de seguridad alimentaria involucra todos los procesos de la cadena de valor, yendo más allá de un requisito legal y su cumplimiento, convirtiéndose en una herramienta que garantice las prácticas seguras para toda la comunidad.