La radiación ionizante es una forma de energía que no detectable a simple vista pero poderosa, capaz de alterar la estructura atómica de la materia y generar efectos perjudiciales en los seres vivos. Si bien es ampliamente utilizada en sectores como la medicina, la industria y la investigación, su exposición desmedida puede implicar serios riesgos para la salud y el medio ambiente. Por eso, su gestión debe ser rigurosa, alineada a la normativa vigente y con controles técnicos precisos de medición.
En Chile, este tipo de energía está regulada por el Decreto Supremo N°3/1985 del Ministerio de Salud, que aprueba el Reglamento de Protección Radiológica de Instalaciones Radiactivas. Este establece los principios, requisitos y medidas de seguridad para proteger a los trabajadores, el público y el entorno de los efectos nocivos de las radiaciones.
Entre sus aspectos clave se incluyen:
- Límites de dosis permitidas para personas expuestas ocupacionalmente
- Control de fuentes radiactivas y condiciones de almacenamiento
- Monitoreos periódicos de radiación ambiental y ocupacional
- Requisitos y autorización del personal
En SGS, entendemos que anticiparse es clave. Por eso, ponemos a disposición de las organizaciones nuestra experiencia en protección radiológica, ofreciendo mediciones de fuentes ionizantes operativas y almacenadas, con informes técnicos claros y oportunos que facilitan la toma de decisiones preventivas.
De igual forma, realizamos la gestión de placas dosimétricas para los Trabajadores Ocupacionalmente Expuestos (TOE), asegurando que sus niveles de radiación se mantengan dentro de los márgenes permitidos por la normativa vigente, contribuyendo a entornos laborales más seguros y responsables. Nuestro equipo de medición cuenta con certificaciones al día, además de sus placas dosimétricas activas y su acreditación en protección radiológica al día.
Pero para lograr prevenir los múltiples riesgos, es importante que exista una fiscalización continua en la industria de los Decretos Supremos N° 133/1984, N°3/1985 N°87/1985 y de la ley N°18.302 de 1984. Si no se toman las medidas correspondientes, los involucrados pueden presentar quemaduras y enrojecimiento a la piel, dolores de cabeza (cefaleas), dolores intestinales, entre otros, que van dependiendo de tiempo, cantidad y rapidez, según la fuente radiactiva.
La radiación ionizante no da segundas oportunidades. Su riesgo no está en lo visible, sino en lo acumulativo, en lo inadvertido. Por eso, la clave está en el control: medir, gestionar y actuar a tiempo.
En SGS te ayudamos a implementar una gestión radiológica segura, eficiente y alineada con las mejores prácticas internacionales. Protege a tu equipo, tu entorno y tu reputación.
Acerca de SGS
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